octubre 27, 2005

Cantante y luchadora contra el apartheid


Miriam Makeba

1967

En la Argentina y en todo el mundo, el nombre de Miriam Makeba quedó ineludiblemente ligado a su mayor éxito, la canción "Pata pata", cuyo ritmo alegre y pegadizo se repetía en radios, disquerías y boîtes en los últimos años de la década del 60. Pero pocos sabían que la cantante sudafricana fue la primera gran figura de su país en sufrir el exilio por su postura contra el apartheid.

Hija de un sangoma ("sanador" místico y tradicional de la tribu xhosa), nacida en Johannesburgo el 4 de marzo de 1932, Makeba grabó su primer disco sencillo en 1953, junto a los Black Manhattan Brothers, grupo al que dejó para unirse al conjunto femenino Skylarks.

Pero 1959 fue el año en que su carrera dio el gran salto, a raíz de su participación en el musical African Jazz And Variety y en el documental "Come back Africa", que le valió invitaciones para cantar en Europa y Estados Unidos. En este último país, el cantante y defensor de los derechos civiles Harry Belafonte le pidió que lo acompañara en una serie de actuaciones en el Carnegie Hall.

Fue una crítica incansable de las injusticias del régimen de segregación racial y el gobierno de Sudáfrica le revocó su pasaporte en 1960 cuando intentaba regresar para el entierro de su madre. Fue, a partir de entonces y durante 30 años, una ciudadana del mundo. En 1963 se dirigió a la Asamblea de las Naciones Unidas para denunciar "la pesadilla de brutalidad policial y terrorismo oficial" que vivía su país.

En 1967 se editó en Estados Unidos el tema "Pata pata", canción compuesta por Dorothy Masuka once años antes. Fue un éxito mundial. No obstante, lo que parecía ser el comienzo de una carrera prometedora en tierra norteamericana, donde la lucha por los derechos de los negros estaba en su punto de ebullición, se truncaría al año siguiente.

Makeba contrajo matrimonio -por segunda vez- con el activista radical norteamericano (nacido en Trinidad) Stokely Carmichael, autor del concepto de "black power" y luego integrante de las Panteras Negras. Makeba pasó a estar -vaya paradoja idiomática- en una virtual lista negra. Su compañía discográfica, RCA, le rescindió el contrato y se cancelaron sus conciertos. El matrimonio decidió entonces mudarse a Guinea, donde Carmichael pasaría a desempeñarse como ayudante del primer ministro Ahmed Sekou Touré, mientras Makeba continuaba con sus recitales por el mundo.

2005

En la actualidad, Makeba lleva grabada una treintena de álbumes. Muy atrás quedaron las épocas en las que su pelo dio pie a la moda del peinado "afro" entre la población de raza negra, que reinó en los 70. En 1975, la cantante trabajó durante un año como delegada de Guinea en la ONU. En 1986 recibió el Premio de la Paz Dag Hammerskjold, por su activismo contra el apartheid. Un año después, su popularidad volvió a trepar vertiginosamente cuando apareció junto a Paul Simon en la gira que hizo el cantante norteamericano a raíz de la edición de su disco "Graceland".

En 1988 se levantó en Sudáfrica la prohibición que pesaba sobre sus discos. Tras la liberación de Nelson Mandela de prisión, Makeba regresó a su tierra, donde en abril de 1991 ofreció allí su primer recital tras una ausencia de 30 años. Al año siguiente hizo un musical en teatro, "Sarafina", y en 1994 se unió a su primer marido, el trompetista Hugh Masekela, en la denominada "Gira de la Esperanza". En 1995 fundó una organización para recaudar fondos para la protección de las mujeres sudafricanas, pero su carrera musical no se detuvo: en 1997 volvió a cantar con Harry Belafonte en el Madison Square Garden de Nueva York, y en 2000 se editó "Homeland", disco nominado a un Grammy como mejor álbum en el rubro Música del Mundo.

Makeba escribió dos libros autobiográficos, "Mi historia" y "Mamá Africa", éste publicado en 2004 y en cuya presentación relata una de las peores experiencias de su vida, cuando, a la edad de 33 años, le diagnosticaron un cáncer cervical y se le anunció que tenía pocas posibilidades de vencerlo. Sin embargo, esta luchadora incansable, la misma que sobrevivió a accidentes de automóvil y de avión, la que cantó en el Vaticano y fue recibida por líderes mundiales como John F. Kennedy, Fidel Castro, Hailé Selassie y François Mitterrand, venció nuevamente a la adversidad. A ese triunfo se le sumó otro: fue elegida en el puesto 38 en la lista de los 100 sudafricanos más importantes de la historia.

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